Mundial: la foto en la que falta el cuarto crack

“El abrazo del alma”, foto de Ricardo Alfieri, plasma la emoción de ganar un Mundial.

Esa foto de leyenda fue tomada por un fotógrafo legendario, Ricardo Alfieri padre, que decidió llamarla “El abrazo del alma”

9 May 2014 - Clarín

Alberto Amato

Una muy importante empresa mundial de gaseosas y una no menos importante agencia publicitaria elaboraron un aviso de promoción del inminente Mundial de Fútbol Brasil 2014. Se basaron en una fotografía histórica que, como todos los grandes aciertos periodísticos, tiene una historia íntima y secreta.

Esa foto de leyenda fue tomada por un fotógrafo legendario, Ricardo Alfieri padre, que decidió llamarla “El abrazo del alma”. Y muestra al arquero de la selección Ubaldo Fillol y al defensor Alberto Tarantini, en un abrazo casi religioso, ambos de rodillas, segundos después de la consagración de Argentina como campeón mundial, el 25 de junio de 1978. Hay un tercer personaje que se acerca a ese abrazo, pero que no tiene brazos: es Víctor Dell’Aquila, que entonces tenía 22 años, que había quedado baldado a los doce y que jamás perdió la pasión por el fútbol.

El “Viejo” Alfieri “vio” la foto justa en el momento preciso e hizo lo que hizo siempre: eternizó un segundo, lo hizo historia. El aviso ni siquiera le da el merecido crédito al “Viejo” Alfieri, que murió en julio de 1994, a los 82 años, que fundó una dinastía de fotógrafos y que fue un maestro de la profesión y de la vida.

¿ Cuál es la razón que lleva a una empresa prestigiosa y a una agencia de publicidad respetada a ocultar, desconocer y negar el merecido crédito a un acierto periodístico? ¿ Qué impidió colocar en el aviso en cuestión la simple mención “Foto Ricardo Alfieri, padre” que es el único dato que saca a los reporteros gráficos del anonimato injusto?

El principio de todo creativo es crear. El segundo principio es reconocer cuando otro crea mejor. Así nacieron las grandes publicidades y se hicieron grandes las grandes agencias. En Argentina solemos ser muy generosos con nuestros aciertos, pero muy mezquinos con los de los demás. Esa extraña condición no nos hace mejores, sino más agrios, más indigestos de lo que la buena salud aconseja.

Las últimas noticias sobre “El abrazo del alma” revelan cómo fue que el querido “Viejo” Alfieri logró la foto. Cuando el pitazo final dijo Argentina 3 Holanda 1, decenas de reporteros gráficos corrieron en tumulto feliz a retratar la gloria de los consagrados. Alfieri, que tenía 66 años, no estaba en condiciones de batir los cien llanos ese atardecer frío y neblinoso. Marchó a su paso. Y en un pedazo vacío del césped del Monumental, se topó con la emoción de Fillol, de Tarantini y de Dell’Aquila que llegaba para abrazarlos sin sus brazos.

Levantó la cámara, disparó y demostró que no siempre la noticia está donde está la noticia. Un crack. Está muy bien que una gran empresa y una gran agencia hayan querido homenajear un instante inolvidable y a sus tres protagonistas. Pero falta el cuarto.