Falleció una leyenda de Hollywood: Robert Redford
Brilló como actor en películas como “Todos los hombres del presidente” y también como director. Y fundó el Festival de Sundance, cantera de talentos.
Ganó su único Oscar por la dirección de “Gente como uno”.
17 set 2025 - Clarín
Pablo O. Scholz pscholz@clarin.com
Protagonizó clásicos del cine como “El Golpe”, “Todos los hombres del presidente” y “Butch Cassidy”. También tuvo una sólida carrera como director con títulos como “Gente como uno”, y fue impulsor del prestigioso Festival de Sundance. Carismático, hombre de principios, comprometido e independiente, y con una presencia en la pantalla que opacaba a quien tuviera a su lado, llámese Paul Newman o Dustin Hoffman, Robert Redford murió ayer mientras dormía en su casa en las afueras de Provo, Utah. Tenía 89 años, todos muy bien llevados.Ícono. Redford supo aprovechar su bien ganada fama para hacer lo que quería: así, dirigió “Quiz Show”, entre otras. Murió ayer, a los 89 años.
“Robert Redford falleció el 16 de septiembre de 2025 en su casa de Sundance, en las montañas de Utah, el lugar que amaba -allí se había mudado en 1968-, rodeado de sus seres queridos”, declaró Cindi Berger, su agente, en un comunicado. “Lo extrañaremos muchísimo. La familia solicita privacidad”. Hasta ahora no se dieron a conocer los motivos de su fallecimiento.
Redford fue de esos actores que, además de tener fuerte personalidad, ser bellos y talentosos, supieron aprovechar su bien ganada faun ma para hacer lo que realmente querían realizar. Aunque todos lo recordarán por ser el Sundance Kid que acompañaba a Butch Cassidy, al estafador de El golpe u ofrecer millón de dólares por pasar una noche con Demi Moore en Propuesta indecente, Redford fue de los primeros intérpretes que en los años ‘80 -tal vez, la última mejor época del cine de Hollywood- saltó de estar delante de la cámara a dirigir las historias que le interesaban y que Hollywood reverenció.
Con Gente como uno, la historia de una familia destrozada luego de la muerte de uno de sus hijos, Redford ganaría el único Oscar de su enorme carrera como realizador, como luego harían también Kevin Costner con otra ópera prima (Danza con lobos) o Mel Gibson con Corazón valiente.
Redford sabía confiar en sus directores, y también en quienes lo acompañaban al frente de los elencos de sus películas. No por nada hizo dos grandes películas con
George Roy Hill (Butch Cassidy 1969y El golpe -1973-, ambas junto a Paul Newman), o le dijo siempre que sí a Sydney Pollack, con quien hizo Nuestros años felices (1973, con Barbra Streisand) Los tres días del Cóndor (1975, con Faye Dunaway), El jinete eléctrico (1979, con Jane Fonda), enamoró en la ficción y vaya uno a saber si solo platónicamente a Meryl Streep en África mía (1985) y Havana (1990).
Al margen de sus trabajos en el cine y la televisión, Redford fue una persona fuertemente comprometida con la preservación del medioambiente, no solo en Utah. Con astucia, su enfoque antisistema en la realización cinematográfica y sus esfuerzos para brindarles a los cineastas emergentes e independientes una plataforma donde mostrarse, hizo del Festival de Sundance, que fundó en Salt Lake City, Utah, en 1978, un criadero de talentos.
Con Sundance, Redford cambió al cine estadounidense para siempre. En el Festival de Sundance se exhibieron por primera vez Perros de la calle, ópera prima de Quentin Tarantino, o Simplemente sangre, otra ópera prima, de los hermanos Ethan y Joel Coen, o sexo, mentiras y video, también la primera película de otro futuro ganador del Oscar, Steven Soderbergh. O la mismísima The Blair Witch Project, el filme de terror que revitalizó el género del falso documental.
Robert era en verdad su segundo nombre. Charles Robert Redford Jr. había nacido en Santa Mónica, California, el 18 de agosto de 1936, hijo de un lechero y un ama de casa. Criado en un hogar de clase media, vivió una juventud rebelde y bohemia. El béisbol (no muchos recuerdan El mejor, de 1984, donde componía a un fantástico jugador, al lado de Glenn Close), el tenis, el fútbol americano y hasta la natación le sirvieron para superar las secuelas que tuvo por sufrir de polio cuando era un niño.
Precisamente sus dotes deportivas le permitieron a un joven Redford ingresar becado a la universidad, pero pronto decidió probar suerte en París, donde se ganaba unos francos gracias a sus habilidades con el dibujo y la pintura. Había estudiado pintura en el Pratt Institute de Nueva York, y más tarde actuación en el American Academy of Dramatic Arts. En esa época también vivió en Roma, Florencia, Mallorca y Málaga.
Cuando regresó a los Estados Unidos, su carrera comenzó en el teatro y en series de televisión durante los años ‘50 y ‘60. Tras La jauría humana (1966) donde Arthur Penn le dio su primera gran oportunidad, trabajando con Marlon Brando, y que sería la primera de sus películas junto a Jane Fonda, hizo Descalzos en el parque (1967), con Fonda, y Una mujer sin horizonte (1967), de Sydney Pollack, con Natalie Wood, y guion de un primerizo Francis Ford Coppola.
Y el mayor reconocimiento le llegó con Butch Cassidy (1969), como el Sundance Kid que junto al personaje del título escapaba hasta Bolivia. Ese papel lo marcó tanto que utilizaría ese nombre para fundar el Sundance Institute y el Sundance Film Festival, dedicados al cine independiente.
Los años ‘70 marcaron su esplendor, con sus protagónicos en El candidato, las mencionadas Nuestros años felices, El golpe y Los tres días del Cóndor, más El gran Gatsby (con Mia Farrow), El carnaval de las águilas, Todos los hombres del presidente, sobre el caso Watergate, donde fue el periodista Bob Woodward, y Un puente demasiado lejos.
Siempre manejó un perfil bajo con su vida personal. Con la madre de sus hijos, Lola van Wagenen, estuvo casado casi 30 años. Redford sufrió la perdida de dos de sus cuatro hijos: su primogénito, Scott, falleció de muerte súbita a los cinco meses, y David James, que era documentalista y había recibido dos trasplantes de hígado en su juventud, murió en 2020, a los 58 años.
Las otras dos hijas de Redford, Shauna y Amy, son actrices.
Redford tuvo una larga relación con la actriz brasileña Sonia Braga. Y desde 2009 estaba con la pintora alemana Sibylle Szaggars (ver El gran amor de su vida...).
Pese a que en 2018 había anunciado su retiro (“Llevo haciéndolo desde los 21 años... ya es suficiente”), su último trabajo como actor en el cine fue en Avengers: Endgame (2019), en el que repitió su papel del secretario Alexander Pierce. Y en la serie Dark Winds (20222025), que él coprodujo, compuso su último personaje, un simple cameo en la cuarta y hasta ahora última temporada.
Como realizador, sensible y comprometido, luego de Gente como uno dirigió El secreto de Milagro (con Sonia Braga), Nada es para siempre (con Brad Pitt), Quiz Show: El dilema (con Ralph Fiennes), El señor de los caballos (que coprotagonizó), Leyendas de vida (con Will Smith, Matt Damon y Charlize Theron), Leones por corderos (con Meryl Streep, Tom Cruise y él mismo), El conspirador (con Robin Wright y James McAvoy) y Causas & consecuencias (con Susan Sarandon y él mismo al frente del elenco).
Muchas de sus películas como realizador se basaban en personajes que por algún motivo caían en desgracia y buscaban la redención. Algo que Robert Redford, Bob para sus amigos, nunca necesitó.
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Dupla.
Paul Newman y Redford en el filme que marcó una época.
“El golpe”, aquel exitazo de los años ‘70
17 Sep 2025 - Clarín
P.O.S.
Johnny Hooker (Robert Redford) recibe un inesperado disparo por la espalda de su compañero Henry Gondorff (Paul Newman), y cae muerto, con sangre saliendo por sus labios. El agente del FBI dispara contra Henry, que también cae, producto de un balazo en su estómago. El mafioso Doyle Lonnegan (Robert Shaw) es retirado del lugar, y mientras renguea se queja porque al lado de los muertos dejó “medio millón de dólares” que le pertenecen.
“Ya se han ido”, le dice el falso agente del FBI al “cadáver” de Johnny, que se levanta no sin antes quitarse de la boca una cápsula que contenía sangre. Lo mismo sucede con Henry, que se incorpora de inmediato. Han logrado el golpe: estafaron al mafioso y se vengaron de un robo anterior.
La sorpresa es para los espectadores de El golpe, que no se imaginaban nada de todo eso. La famosa musiquita de Marvin Hamlisch, ganadora del Oscar, se escucha de fondo.
Cuando Fabián Bielinsky estrenó Nueve reinas, en 2000, hizo referencias a la película con Redford y Newman, con la que tiene puntos de contacto a partir del engaño. Y el ingenio del argentino no le corría de atrás al de El golpe.
La palabra spoiler no circulaba como ahora cuando El golpe (1973) se estrenó aquí. No eran tampoco estos tiempos en los que los estrenos son casi simultáneos entre los Estados Unidos y el resto del mundo. El golpe se conoció allí en Navidad de 1973, y acá recién el 4 de abril de 1974, cuando ya había ganado siete Oscar.
Fue un éxito impresionante, tal vez en la Argentina solo parangonable con el de Juan Moreira de Leonardo Favio, de 1973. El cine California, en Beccar, que era igual o más grande que el Gran Rex de la avenida Corrientes, se llenaba en todas las funciones. Y El golpe, como ocurría por entonces, se mantuvo en cartelera por meses.
La película trata sobre la amistad entre Henry Gondorff y Johnny Hooker, dos estafadores decididos a vengar la muerte de su amigo Luther, que había sido asesinado por Doyle Lonnegan. Cuatro años después de Butch Cassidy, el director George Roy Hill volvió a reunirse con Redford y Newman para realizar El golpe (The Sting). En los Oscar de 1974, se llevarían siete premios, incluyendo mejor película, dirección, guion y música. Redford fue nominado como actor protagónico, pero el premio lo ganaría Jack Lemmon por Sueños del pasado. ¿Los otros candidatos? Marlon Brando (Ultimo tango en París), Al Pacino (Sérpico) y Jack Nicholson (El precio del deber).
Redford nunca ganaría un Oscar como mejor actor -la de El golpe fue su única nominación en el rubro-, pero sí como director, por Gente como uno (1980). El golpe marcó una época. Solamente en los Estados Unidos recaudó 156 millones de dólares, una fortuna en aquella época. Paul Newman y Robert Redford recibieron medio millón de dólares cada uno, que hoy puede parecer nada, pero fue la mayor remuneración para un actor en aquel entonces.
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El gran amor de su vida fue su viuda, una artista alemana
Conoció a Sibylle Szaggars a fines de los ‘90 y se casaron en 2009. Con su primera esposa tuvo a sus cuatro hijos.
Más allá de su exitosa carrera cinematográfica, en su vida sentimental Robert Redford encontró a su gran amor en la artista alemana Sibylle Szaggars.Pareja. Szaggars y Redford compartieron casi tres décadas juntos.
Para cuando la conoció, Redford ya había tenido cuatro hijos -los fallecidos Scott Anthony y David James; y Shauna Jean y Amy Hart- con la historiadora Lola van Wagenen, con quien estuvo casado desde 1958 hasta mediados de los ‘80.
Luego mantuvo una relación de varios años con la actriz brasileña Sonia Braga. Y desde 2009 estaba casado con la alemana, veinte años menor que él, que se dedica a la pintura al óleo, la fotografía y el arte escénico.
Más allá de los rumores de romance con varias compañeras de elenco, Redford siempre se mantuvo reservado sobre su vida privada. Algo es seguro: fue con Szaggars con quien encontró un amor con los mismos valores, una mirada compartida sobre el mundo y una atracción imposible de disimular.
Se conocieron a finales de los años ‘90 en el Sundance Mountain Resort de Redford, el complejo fundado por él mismo en 1968 y donde radicó su festival de cine independiente.
En 2014, la pintora confesó que en aquella oportunidad Redford los había invitado a ella y a un grupo de amigos a cenar pero “no conocía ninguna de sus películas”. En este mismo sentido, la revista estadounidense People relata que en ese momento ella alquiló todas las películas de él y vio los primeros 15 minutos de cada una durante las dos noches previas al encuentro. Un lindo modo de llegar a la cita al menos sabiendo algo del candidato.
Luego contó que hizo esto por si él mencionaba alguna de sus producciones, algo que finalmente no ocurrió. Por su parte, Redford confesó que el hecho de que Szaggars no supiera mucho sobre él le resultó atractivo.
“Fue un comienzo maravilloso de una relación, porque comenzó como dos seres humanos que se conocieron y encontraron una conexión como dos seres humanos, en lugar de estar condicionados por el éxito”, expresó Redford tiempo después.
En julio de 2009, la pareja se casó en una ceremonia privada que tuvo lugar en el histórico Hotel Louis C. Jacob de Hamburgo, Alemania, la ciudad natal de Szaggars.
Durante gran parte de su matrimonio, vivieron en su estancia ecológica Horse Whisper en Utah, Estados Unidos, que Redford vendió en 2021. Además, residieron en Nuevo México y California. Estuvieron juntos casi 30 años.
Uno de los aspectos que más los unió fue su fuerte compromiso ambiental. Juntos trabajaron en proyectos destinados al cuidado del planeta especialmente a través de la organización sin fines de lucro creada por la artista y de la que él era vicepresidente.
En una entrevista con el medio AARP The Magazine, el actor afirmó que la llegada a su vida de Sibylle, a quien consideraba una persona “especial”, lo había transformado: “Me dio una vida completamente nueva”.
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