LOCO X EL FÚTBOL


Falleció Hugo Orlando Gatti, una leyenda del fútbol argentino y máximo ídolo de Boca en los 70. Creó un estilo propio y fue un showman que hizo que muchos chicos quisieran ir al arco.

“YO FUI EL MÁS GRANDE, 
CON DIFERENCIAS FUI EL MÁS GRANDE DE BOCA. 
HOY SE ELOGIA FÁCIL...”.
Así se autoproclamó... 

“EL ARQUERO ES INDIVIDUALISTA, COMO UN TENISTA. 
TIENE QUE TENER EGO, ES FUNDAMENTAL”.
Y así definía al puesto. Y a su ego...

21 Apr 2025 - Olé
MARIANO MURPHY - mmurphy@ ole.com.ar

Murió el Loco Gatti. Uno de los arqueros más influyentes, temerarios y adelantados de toda la historia de nuestro fútbol. En los 70 ya jugaba como líbero como muchos años después lo haría el alemán Neuer, tenía el histrionismo del Dibu o el dominio del uno contra que muestra hoy el belga Courtois. Continuador del estilo de Néstor Errea, Lev Yashin y del gran Amadeo Carrizo, fue más lejos que ellos y creó un estilo propio e innovador por anticiparse a los ataques rivales y salir del área a cortar con los pies, algo que casi nadie hacía en aquellos años y que hoy forma parte del ABC de un arquero. “Yo era un showman como Cassius Clay. No era como los demás, que salían a ver qué pasaba”.

Y no solo fue un adelantado por su forma de atajar, también por su forma de vestir y de llamar la atención de los medios. Con vincha flúo, las medias siempre bajas, buzos de colores llamativos y un bronceado casi perpetuo (“prefiero sol en el patio de mi casa que una semana en el Caribe nublado”), era un espectáculo verlo. Arriesgaba siempre. Sin importar el rival o la circunstancia. Hoy, Tiktok estaría inundado con sus atajadas y locuras. Su jugada más célebre era La de Dios. “Cuando el delantero llega con la pelota dominada yo afirmo las rodillas en el piso, con los brazos sueltos y las palmas de las manos hacia adelante. Es casi infalible”. Esa postura, con los brazos extendidos como si estuviese clavado en la cruz, hacía verlo como un Cristo. Por eso el nombre La de Dios. Y, vaya paradoja, el Loco se fue un Domingo de Resurrección. Había entrado en coma farmacológico y su familia decidió retirarle el respirador. Hacía más de dos meses estaba en terapia intensiva y su estado era irreversible por neumonía e insuficiencia cardíaca y renal.

Nacido en Carlos Tejedor el 19 de agosto de 1944, llegó a Capital en un Rastrojero con su hermano para arreglar heladeras, pero lo suyo era el fútbol: el arco.

Y se probó en Atlanta: 14 goles se comió el día de la prueba. Terminó el partido y agarró las cosas para irse rápido. El Nano Gandulla, ex gloria de Boca que hacía la prueba en el Bohemio, lo frenó. “Pibe, vos en un año vas a valer millones”. No se equivocó. Pero ese año tardó en llegar. Fueron duros aquellos primeros tiempos en Buenos Aires. Vendió gorras en la calle, pasó hambre.

En 1962 debutó en la Primera de Atlanta reemplazando a Néstor Errea, quien también tenía un estilo de arquero salidor. River lo quiso para tapar el vacío que dejaba un Amadeo ya en retirada y llegó a Núñez en 1964. Jugó 93 partidos y se mandó mil cagadas. “Gatti es un caquero, queremos a Amadeo”, cantaban los hinchas. Hasta prendieron fuego un Fiat 1500 pensando que era el suyo. No solo no hizo olvidar a Amadeo: además escandalizaba con sus declaraciones. En 1969, River lo transfirió a Gimnasia. Luego, el Toto Lorenzo, que sería crucial en su carrera, lo llevó a Unión en 1975 y de ahí, el salto a Boca. Para ser ídolo, leyenda, estatua. Fue fundamental en la final ante River del Nacional 76 ganada con el gol de Suñé, y en 1977 alzó la Libertadores ante Cruzeiro: en la tercera final de desempate, en Montevideo, le atajó a Vanderlei el último penal. Al año siguiente, llegaron la segunda Libertadores y la Intercontinental.

En aquellos tiempos tuvo una rivalidad histórica con el Pato Fillol. Era Boca vs. River, pero sobre todo era el choque de dos estilos. “Fillol es un gran solucionador de sus propios errores”. “Fillol no sabe nada y por eso no arriesga...”. En juego estaba nada menos que el arco de la Selección para el Mundial 78. El Loco se terminó bajando por lesión, en una decisión que estuvo envuelta en todo tipo de especulaciones. Fillol y Gatti hoy, además de ser dos de los más grandes de la historia, comparten un récord: 26 penales atajados.

“Quiere tener smowing, tome Ginebra Bols”, decía una voz en off en una famosa publicidad, mientras el Loco tomaba un trago de ginebra y hacía un gol de arco a arco. Eso, siempre dijo, fue lo único que le faltó. Hacer un gol. “No de penal ni de tiro libre. De jugada”. Después, las hizo todas. Un día, los hinchas de Boca le tiraron una escoba y se puso a barrer el área. Otro día, en Atlanta sacó del arco haciendo pegar la pelota en su propio travesaño (”me suspendieron un partido por irresponsable”). En su mejor partido en la Selección, en 1976, en Kiev, se atajó todo con una petaquita al lado del arco (“fue el mejor partido de mi vida porque estaba en pedo”), y antes de salir a la cancha solía tomar vino (“me sacaba el cagómetro”). Estrenó buzo rosa cuando nadie lo hacía (“algún putito me gritaron”) y en 1984, en una gira de Boca por EE.UU. hasta se dio el gusto de jugar de 9. Es el que más partidos disputó en la historia de nuestro fútbol (765) y también tiene el récord de longevidad: se retiró a los 44.

“Siempre dije que quería morir a los 50. Pero ahora quiero vivir hasta los 100. Es más, cuando cumpla 100 años, vuelvo al fútbol”.

***

“VIVIMOS CON SUPERMAN”

Lucas, hijo del Loco, recordó con afecto a su papá y se conmovió al decir que “mi padre se fue el día que mi mamá murió”.

Lucas Gatti, uno de sus dos hijos, dio un conmovedor testimonio desde la puerta del hospital Pirovano, donde falleció el ex arquero a los 80 años, y reveló detalles fuertes de los últimos meses del Loco.

“La peleó hasta último momento. En el hospital hicieron todo. Él puso lo suyo, fue una persona fuerte, lo demostró. Solo que a veces se llega a un punto en el que alargar el sufrimiento... no le quitamos el respirador, solo dijimos que no tenía sentido que hagan cosas para que siga y no alargar inútilmente la agonía”, explicó. “La anécdota es que tuvo un accidente, se cayó y se quebró la cadera, o se quebró la cadera y se cayó. La realidad es que mi padre se fue el día que murió mi madre. Hice de todo para llevarlo a Europa pero él no quiso. A partir de ahí no era Superman. La caída fue la razón por la que entró al hospital. Después entró el virus intrahospitalario. Pero todo arranca del estado anímico, tras la muerte de nuestra madre”. Nacha Nodal falleció hace nueve meses.

¿Cómo era como papá? “Tuvimos la suerte de vivir con Superman muchos años. Todos conocen al personaje, nosotros desde adentro. Solo le agradecemos a la vida que nos dio la posibilidad de tenerlo y vivir con un genio”.

***

Un héroe con estatua propia

Gatti es el único arquero que tiene un monumento en el club. Fue el más grande de la historia. Y ahí será inmortal.

417 - Partidos en Boca Oficiales. Todos de titular. Detrás de Mouzo, el 2° de la historia.

5 - Clubes. Debutó en Atlanta. Jugó en River, Gimnasia, Unión y Boca.

1 - Con 765 partidos, es el futbolista con más encuentros en la historia del fútbol argentino. Una vigencia enorme.

2 - Tiene el récord de jugador màs longevo: fue profesional hasta los 44 anos.

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