Deporte y política: Francia Insumisa
AFP - En 2023, Mbappé visitó Djébalé, en Camerún, donde nació su padre Wilfried
11 Jul 2024
Ezequiel Fernández Moores - PARA LA NACION
Máster en Filosofía en la Universidad París-Nanterre, escritor de Sócrates en bicicleta y de obras de teatro que hablan de Platón, Guillaume Martin, de 31 años, líder del equipo Cofidis, votó el último domingo por correo para no alterar su concentración en pleno Tour de Francia, pero para impedir también que la ultraderecha de Marine Le Pen llegara al poder. Martin, que se entrena escuchando debates de France Culture, contó en 2022 al diario El País que, a diferencia de Marx, él no vislumbra que el poder pase a manos de los trabajadores, pero cree que, al menos “en el nivel individual, sí es posible trabajar una sociedad más justa”. No es millonario como sus compatriotas futbolistas. Pero ellos, también en plena competencia, se sumaron igualmente al compromiso político. Kylian Mbappé y sus compañeros perdieron este martes contra una España muy superior y se despidieron de la Eurocopa. Sufrieron odio previsible en las redes: “Cállense y jueguen”. Su victoria principal no estuvo, sin embargo, en la cancha.
El arquero Mike Maignan, nacido en Guayana Francesa, había sorprendido en enero pasado en la cancha de Udinese. Aquella vez se hartó de los insultos racistas y se fue directo al vestuario. Sus compañeros de Milan lo siguieron. El partido se reanudó a los pocos minutos. “Todo el sistema”, se descargó luego el arquero, “tiene que asumir su responsabilidad. Los autores, porque es fácil actuar en el anonimato de una tribuna. Ustedes, espectadores que estaban allí, que vieron y oyeron todo pero prefirieron callar, son cómplices. Udinese, que habló de sólo una interrupción del partido, como si nada hubiera pasado, es cómplice. Y también ustedes, autoridades y fiscal, serán cómplices si no hacen nada con todo lo que está pasando”.
Sus compañeros de selección Ibrahima Konaté, Ousmane Dembelé, Marcus Thuram y Jules Koundé, todos hijos de inmigrantes, saludaron el último domingo el triunfo electoral de la coalición izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP). “La victoria del pueblo”, posteó a su vez Aurélien Tchouaméni, de padres cameruneses. “Comunista”, “rata”, “cerdo”, lo insultaron en las redes cientos de fanáticos de Real Madrid, que le exigieron su salida del club. Tchouaméni había escuchado lo mismo en su propio país, cuando falló un penal en la final del Mundial de Qatar contra Argentina. Y el tópico infaltable: “Niñatos millonarios”, los descalificó, entre tantos, el periodista Federico Jiménez Losantos, derecha dura en España. Parece un aviso para la voz más poderosa de todas, fichaje flamante de Real Madrid, Kylian Mbappé, que antes de los comicios se declaró preocupado por el avance de Le Pen. En Cenital, el colega Roberto Parrotino recordó días atrás el viaje de hace un año de Mbappé a Djébalé, isla-aldea de Camerún en la que nació su padre. Atuendo festivo, cabaña sagrada, canoa y bendiciones. Los millones no siempre quitan la memoria.
Apenas horas antes de las elecciones, el rugbier Melvyn Jaminet se filmó en Mendoza afirmando que golpearía “al primer árabe” que cruzara su camino. Lo echaron de la gira que la selección francesa está realizando por Sudamérica. El año pasado, en pleno Mundial de Rugby, la revista de ultraderecha Valeurs Actuelles dedicó su portada al crack Antoine Dupont para ensalzar las supuestas virtudes de ese deporte. “Aficionados educados, jugadores patrióticos, valores ejemplares, las recetas de un deporte arraigado que se ha convertido en modelo para la sociedad”. El actor Jean Dujardin, incluido en esa misma portada, replicó con un posteo que luego fue compartido por Dupont: “Francia rugby sí, «tus valores» no”. Dupont, que sí aceptó ser portada en cambio de Tetu, principal medio gay de Francia, fue uno de los firmantes de una solicitada de deportistas que apoyaron antes de las elecciones al presidente Emmanuel Macron.
Entre los firmantes estaba también Romain Bardet, que marcha en el puesto 40 de la clasificación general del Tour de Francia. En el puesto 22 está Martin. En plena Vuelta de España 2021, el ciclista filósofo recordó una jornada de 40 grados de calor, la gente encerrada en sus casas por consejo de las autoridades y él pedaleando. Martin cita a colegas que dejaron de correr por “agotamiento y depresión” y sospecha que, por el calentamiento global, el Tour no podrá seguir siendo celebrado en julio. Hace exactamente un siglo, en el Tour de 1924, Henri Pélissier, ciclista estelar, se hartó de exigencias reglamentarias y le contó su calvario al notable periodista y escritor Albert Londres. “Cocaína para los ojos, cloroformo para las rodillas y píldoras”. Diarrea y vómitos. Sin uñas en los pies. En “carne viva” al bajar de la bici. “Un día”, dijo Pelissier a Londres, “nos colocarán plomo en los bolsillos, alegando que Dios hizo al hombre demasiado ligero”. Furioso con las autoridades, Pelissier se negó a seguir corriendo. Hace un siglo, él era Francia Insumisa.
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