En 2006 volvió como segundo de Rijkaard
Tras su exitosa etapa como futbolista, Neeskens reapareció 27 años después como ayudante de su compatriota Rijkaard. Solo pudo saborear una Supercopa de España
8 Oct 2024 - Sport
D. SALINAS
JOHAN II REGRESÓ A SU “CASA” PERO, EN LOS DOS AÑOS QUE ESTUVO EN EL BANQUILLO, EL EQUIPO CAYÓ EN LA AUTOCOMPLACENCIA
Tuvieron que pasar 27 años para que la afición barcelonista volviera a tener contacto directo con Johan Neeskens. A mediados de junio de 2006 Johan II, con menos pelo, pero la misma figura, regresó al Camp Nou de la mano de su compatriota Frank Rijkaard, que afrontaba su cuarta campaña al frente del equipo azulgrana. “He vuelto a casa”, aseguró Neeskens el día de su presentación.
Con el corazón ocupado por Ajax y FC Barcelona, el neerlandés llegó como segundo y desveló que cuando recibió la llamada del Barça no tuvo ninguna duda, porque “aquí pasé los mejores cinco años de mi vida”. Firmó por tres temporadas, pero solo cumplió dos debido a la decadencia del equipo que por aquel entonces lideraba Ronaldinho. Tras la conquista del doblete el curso 2005-06, el Barça cayó en la autocomplacencia y dejó de ser competitivo hasta la llegada de Pep Guardiola en el verano de 2008.
Rijkaard conocía a Neeskens de su etapa en la selección de Países Bajos. Ambos trabajaron juntos en el cuerpo técnico de Guus Hiddink, con quien había coincidido años antes en la selección de Australia.
POCAS ALEGRÍAS
La etapa de Neeskens en el banquillo del FC Barcelona empezó con la alegría de la conquista de la Supercopa de España, contra el Espanyol (0-1 y 3-0) en agosto de 2006. Sin embargo, del optimismo se pasó al pesimismo en cuestión de días al perder 3-0 la final de la Supercopa de Europa contra el Sevilla en Mónaco. Para el recuerdo quedarán las palabras de Puyol: “Cuando todo el mundo te dice que eres muy bueno, puede que te lo creas un poco...”. En la Liga el Barça sufrió el ‘Tamudazo’ y dijo adiós a la llamada Liga del ‘Teletexto’. En la Champions League, KO ante el Liverpool por el valor doble de los goles logrados en campo contrario (1-2 en el Camp Nou y victoria insuficiente en Anfield por 0-1). En la temporada siguiente, última de Neeskens como segundo de Rijkaard, todo fueron decepciones. En la Liga (el equipo encadenó como máximo cuatro victorias consecutivas), en la Champions (KO ante el Manchester United en semifinales) y en la Copa (derrota contra el Valencia, también en las semifinales).
Tampoco se ganó la Copa Catalunya, con Neeskens en el banquillo como primero (por enfermedad de Rijkaard) en septiembre de 2007. El Barça dobló la rodilla en la final contra el Nàstic por 1-2 en Palamós.
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Melena rubia al viento, tobilleras blancas, guerrero...
Neeskens siempre tendrá un lugar preferencial entre la afición azulgrana, especialmente para aquellos y aquellas que lo vieron en acción. El ‘6’ era fácil de distinguir. Rubio, melena al viento, patillas pobladas, tobilleras blancas por encima de los calcetines a rayas (los auténticos) y una potencia de tanque, tanto en misión ofensiva como defensiva. También se distinguía por su juego, contundente, guerrero, un sello que la hinchada valoraba y aplaudía porque era de los que tenían compromiso, no se guardaba nada y anteponía el interés colectivo al individual. De pocas palabras, era de los que ‘hablaba’ en el campo. Su barcelonismo se demostró en la Plaça de Sant Jaume, en la celebración de la Recopa de Basilea (1979) y en el último partido que jugó en el Camp Nou, abandonando el terreno de juego roto, llorando, sin camiseta. Incluso el presidente Núñez estuvo sobre el campo para dar solemnidad a tan triste y sentida despedida. Se fue un peso pesado de la artillería azulgrana.
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