Un penalti, la señal de la cruz, un castigo...
LA JOYA DE TIFLIS Y DE GEORGIA
La Recopa de 1981 es el gran título de la historia del fútbol georgiano.
El Dinamo ganó dos Ligas y dos Copas de la URSS.
GETTY IMAGES
OTAR GABELIA, PORTERO DE DINAMO TIFLIS CAMPEÓN DE LA RECOPA EN 1981, FUE SORPRENDIDO MIENTRAS SE SANTIGUABA EN LA FINAL DE COPA ANTE EL DINAMO DE MOSCÚ, EL EQUIPO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR
15 Nov 2025 - Marca Madrid
Miguel Ángel Lara
Las entrañas del estadio Boris Paichadze están llenas de recuerdos del fútbol georgiano, en especial del gran club de la nación, el Dinamo de Tiflis. La gran joya es la Recopa ganada en 1981, una final cargada de simbolismo jugada en Düsseldorf entre dos equipos del bloque comunista: los soviéticos del Dinamo Tiflis y los alemanes orientales del Carl Zeiss Jena, verdugos del Valencia en octavos de una competición en la que tomó parte un equipo español de Segunda, el Castilla.
El Dinamo compitió como campeón de copa de la URSS en la temporada 1979-80, porque los sorteos europeos se celebraban a principios de julio, cuando la Copa soviética aún estaba en juego.
En el Luzhniki de Moscú, el 11 de agosto de 1980, el Dinamo Tiflis ganó la final de Copa al Dinamo de Moscú. Lo hizo en los penaltis, tras un partido sin goles.
LA ‘PROVOCACIÓN’
El héroe georgiano fue su portero, Otar Gabelia (Zugdidi, 24-3-1953). Durante la tanda, las cámaras de televisión lo enfocaron y descubrieron que se santiguaba, algo pecaminoso en la cuna del comunismo, más aún ante el equipo del Ministerio del Interior y con las gradas del estadio repletas de mandos militares.
Se llegó a la muerte súbita, y Gabelia detuvo el lanzamiento de Gazzaev. La Recopa se iba a Tiflis para furia de los mandos del equipo que fue la pasión de Lavrenti Beria, el terror de la URSS estalinista.
Los mandos del Dinamo de Moscú le echaron en cara a Gabelia su persignación, a lo que el portero georgiano respondió que eran campeones gracias a Dios y no a sus paradas. Se pidió su inhabilitación. Se lo comunicó un joven político, Zhiuli Shartava, que en 1993 fue asesinado durante los enfrentamientos étnicos en Abjasia por su defensa progeorgiana.
La respuesta a la petición de Moscú fue enviar un informe en el que se explicaba que Gabelia era un novato, un portero que apenas acababa de quitarle el puesto a Dato Gogia, que estaba muy nervioso y que, al querer limpiarse el sudor, pareció santiguarse, pero que no era así. Se aseguró que sería severamente advertido y que recibiría una sanción interna. En la capital soviética se dio por buena esa explicación y se olvidó el caso en algún archivo.
CÁMARA ESTAMPADA EN LA CABEZA
El nombre de Gabelia volvió a unirse a la polémica el 7 de mayo de 1982. En la novena jornada de Liga, el Dinamo Tiflis viajó a Járkov para caer 3-0 ante el Metallist.
Con el tercer gol, un periodista entró en el campo gritándole a Gabelia que se había comido tres goles. El portero fue a por él, le cogió la cámara de fotos que llevaba colgada al cuello y se la rompió en la cabeza.
La secuencia había sido captada por otro fotógrafo y fue portada al día siguiente en su periódico. Le valió un premio estatal. Y Gabelia escapó de la sanción porque se consideró que lo intolerable era el comportamiento del periodista que invadió el campo.
PORTERO POR CASUALIDAD
Internacional solo una vez con la URSS (derrota por 1-3 ante Alemania en Tiflis), Gabelia se convirtió en portero de rebote. De chaval, era delantero y goleador. En un campeonato que se jugaba por calles, el suyo, el de la Ninoshvili de Zugdidi, ganó en su ciudad y avanzó a la siguiente fase.
Entre una y otra, el que jugaba de portero se cambió de ciudad. Para asombro suyo, le propusieron colocarse bajo palos. Dijo sí, aunque esa noche no pegó ojo. Su equipo fue campeón y Gabelia, nombrado el mejor guardameta del campeonato. Su ídolo fue Sergo Kotrikadze, y no Lev Yashin. Un portero georgiano.

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